En la mayoría de zonas donde hay explotación de algún tipo de recurso, sustancia o mineral, el medio ambiente sufre en nuestro país. Ha sido siempre así, con el reconocimiento al esfuerzo que hacen algunos por cuidar que el impacto sea gestionado directamente o con alternativas de beneficio. Pero nunca antes se había discutido el tema del derecho a la identidad étnica o a tener un medio ambiente seguro, en el entendido que el Estado es el principal protector de estos derechos fundamentales, habida cuenta de sus órganos administrativos encargados de brindar permisos y licencias y otorgar concesiones.
Cuando sucede que la zona en cuestión está previamente protegida por normas legales de preservación, el tema alcanza mayor relevancia. Y así debe ser entendido, como un logro de nuestros magistrados frente a una amenaza real de afectación no sólo de uno sino de varios derechos fundamentales de los pobladores de la zona: la Cordillera Escalera, ubicada en pleno departamento de San Martín, cuna de maravillas naturales que debemos conservar y, en todo caso, luchar porque se conserven y se difundan al mundo.
El mes pasado, el Tribunal Constitucional, en un importante fallo, reivindica de muchas maneras los derechos amenazados y nos trae como mensaje que debe exigirse más control en el tema de permisos, licencias y concesiones para exploraciones y explotaciones de cualquier tipo, porque ello a la larga afecta de múltiples maneras el medio ambiente que no es otra cosa que nuestro propio hábitat.
Ver la sentencia completa en:
http://docs.google.com/fileview?id=F.b102976d-a4f4-499b-a391-8278ee09ecaa&hl=es
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