Diálogo de la película "Notebook" (2004), del guionista Jeremy Leven y la adaptación de Jan Sardi, basado en la novela original de Nicholas Sparks

jueves, 19 de marzo de 2009

La verdad de la milanesa: Tarjetas de crédito al banquillo



Luego del anuncio del Jefe de la SUNAT sobre una próxima inclusión de las operaciones con tarjetas de crédito al apasionante mundo de las retenciones, se desató una suerte de Armagedón entre los operadores e involucrados directos, incluso, vinculando a los usuarios.


Esta semana hemos visto circular notas de prensa por distintos diarios, junto temas como la Memoria ante La Haya o la condena al monstruo de Amstetten, diversos enfoques y versiones sobre lo que estaría detrás de esta nueva medida que busca aquello que se pide en todos los idiomas y en todos los tonos de voz: ampliar la base tributaria. Aunque es cierto que la ampliación de la bae tributaria puede ser entendida de dos maneras, por un lado buscar que los formales no evadan, y por otro integrar a los informales. En este caso, estamos en la primera de las hipótesis.




Las primeras apreciaciones, alarmistas desde mi punto de vista, hacían presagiar la desgracia financiera y la reducción del consumo, alertando a los usuarios de una posible afectación a sus esferas patrimoniales. Nada más alejado de la verdad, ya que la retención operaría sobre aquello que los operadores de tarjetas de crédito (Visa, Mastercard, Diners) deben pagar a los negocios por aquellas operaciones canceladas mediante tarjetas de crédito.


Se dijo también que las tarjetas de débito iban a estar sujetas a retenciones, lo cual es absolutamente absurdo, ya que en esas operaciones el impuesto debido ya fue pagado por el consumidor final y en nada interviene alguna empresa operadora de tarjeta de crédito, salvo por el empleo de las líneas de conexión utilizadas.


¿Cómo bajaría la evasión? Según Enrique Vejarano (Jefe de Asesores de la SUNAT), en declaraciones efectuada ayer a la prensa, el problema actual es que muchos establecimientos no otorgan un comprobante de pago, además del voucher de consumo de la tarjeta. “Si se retiene un porcentaje de la operación, el establecimiento se ve obligado a registrarla y otorgar comprobante, así bajaría el índice de evasión”, explicó.


Según estudios realizados por la SUNAT, la tasa de evasión por parte de las empresas prestadoras de servicios alcanza actualmente el 91%. Es decir, solo el 9% de las empresas cumple cabalmente sus obligaciones tributarias.




A pesar de la aclaración, la medida generó opiniones diversas. El abogado tributarista Jorge Manini apoyó la propuesta por considerarla un mecanismo importante para combatir la evasión del pago del IGV. Sin embargo, aclara que “el monto de retención no debe ser muy alto para no inducir al vendedor a dejar de usar tarjetas como medio de pago”. La pregunta es: ¿Qué clase de vendedor se sentiría afectado por esta medida? ¿No será acaso que el presupuesto del que se parte es cierto y existe una brecha enorme de evasión respecto del IGV en este tipo de operaciones?


Algunos incluso han llegado a la alarma fatalista de señalar que esta medida podría acarrear serias complicaciones entre consumidores y establecimientos, ya que algunos negocios podrían crear cargos por compras con tarjeta. Nos volvemos a preguntar, es que acaso se ha formalizado la falta de pago del impuesto por el consumo que el hecho de asegurar su pago se ha vuelto una forma de perturbar la economía? ¿No estarán los consumidores acaso seguros de que ahora sí los impuestos que ellos han soportado en sus compras serán efectivamente pagados al fisco?


Por su parte, la SUNAT se defiende señalando que se ha verificado que el 91% de los ingresos de restaurantes y hoteles y el 65% de los ingresos del sector comercio no es declarado al fisco, es decir, se evade el pago de IGV.


Cuando una persona consume en un restaurante en el precio que paga se incluye el IGV, entonces, cuando un consumidor paga con tarjeta de crédito recibe un voucher y piensa que esa es la boleta de venta, y no es así, tiene que recibir su voucher y la boleta de venta.


¿Qué sucede cuando no se entrega la boleta? Ocurre que el IGV que pagó el consumidor se queda "en manos del negocio", no se declara. Por eso se tienen niveles de evasión tan altos, explicó el jefe del gabinete de asesores de la SUNAT. "Son negocios de comercio y servicio que tienen márgenes altos. (Por ejemplo), en lo que es restaurantes los márgenes de ganancias exceden el 50% y (además de eso, algunas) se quedan con el impuesto", sentenció.




El Jefe de Aseores de la SUNAT explicó que con el mecanismo de retención que se propone cada venta que se paga con una tarjeta, automáticamente, va a sufrir una retención "muy mínima" (cuyo porcentaje está aún por definirse), proceso que estará a cargo del operador de la tarjeta de crédito, quien luego, mensualmente, deberá abonar los montos retenidos a la Administración Tributaria, además de brindar toda la información sobre operación efectuada.


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