El dia de hoy se da cuenta en los medios periodísticos de que la SUNAT comenzó a implementar, en este primer semestre, las medidas de su plan anticrisis respecto a los litigios y reclamos de los contribuyentes. Su titular, Manuel Velarde, precisó que la deuda tributaria, entre los reclamos internos y el Tribunal Fiscal, suman 9.800 millones de soles y por ello se priorizarán los mecanismos de cobranza. Además, se ha instaurado una división especializada para lidiar con las objeciones de los Principales Contribuyentes, y anunció la creación de dos salas adicionales en el Tribunal Fiscal.
Hace pocos días, un comentario del Dr. Humberto Medrano aparecido también en los medios ponía énfasis en la necesidad de agotar los stock de impugnaciones pendientes, tanto en SUNAT como en el tribunal Fiscal, claro está que desde el punto de vista privado y referido al servicio y certeza jurídica de los contribuyentes. En esta oportunidad, el novísimo Superintendente de la SUNAT está poniendo el dedo en la propia llaga pero desde la orilla de la recuperación de las deudas en este momento crítico en lo que a recaudación tributaria se refiere.
Y es que los stocks a los que hacemos referencia están relacionados con miles de millones de soles dormidos en medio de demoras administrativas y falta de capacidad operativa, tanto en las áreas de reclamos de la SUNAT a nivel nacional como en el Tribunal Fiscal. Aunque, valgan verdades, nos ha quedado claro que el grueso de los millones aludidos están ubicados en la Intendencia de Principales Contibuyentes Nacionales y es a ellos a quienes se dirigen los ojos del país y las medidas de urgencia que se estarían tomando en este primer trimestre.
No debe perderse de vista que existe una necesidad de ambos lados de la acera porque esos expedientes sean atendidos con razonalibidad y en tiempos adecuados, para el Fisco y para los contribuyentes, no solo ahora en crisis sino siempre. Para ello no sería acaso conveniente que el Ejecutivo escuche las propuestas de mejora que constantemente se le hacen llegar en temas relacionados con el trámite y flujo de los distintos procesos tributarios que existen, y que están básicamente referidos a mejorar la calidad de servicio, implementación de tecnologías de la información y mejoras racudatorias como consecuencia.
Para terminar, será acaso el momento de pensar en mejorar dos aspectos fundamentales de los procedimientos tributarios, como son los expedientes electrónicos y las notificaciones en línea de actos administrativos, proyectos ambos que colocarían a la Administración Tributaria peruana una vez a la vanguardia. O es que acaso ya nos da igual estar a la vanguardia de algo?
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