La Superintendenta Nacional de Administración Tributaria, Nahil Hirsh, expone en cuidadas líneas su visión de lo que debe ser una cultura tributaria con conciencia del deber y la responsabilidad que cada uno de los ciudadanos tiene respecto del desarrollo de su país y el logro de las metas sociales que se imponga dicha sociedad.
Les entreganmos ahora un extracto de la columna publicada:
¿Pero cómo podemos lograr un cambio estructural de esa magnitud? La SUNAT, al igual que sus similares de la región latinoamericana, considera que para masificar el alcance de ese mensaje es necesario iniciar su enseñanza a todos los niños. Porque la educación es el medio más eficaz para desarrollar ciudadanía, por su influencia en la formación de valores, en el aprendizaje de las normas que regulan la vida en la comunidad y el compromiso ante el bien común.
La formación de nuevos valores implica interiorizar un conjunto de conceptos que permitan al ciudadano entender la labor del Estado y asumir la tributación como un compromiso en la construcción de su sociedad.
Para la SUNAT es necesario desarrollar acciones para que la sociedad revalorice la función del tributo, es decir, reconozca los beneficios derivados de la recaudación y, a la vez, acepte que los delitos tributarios son perjudiciales para toda la comunidad.
Estamos obteniendo algunos logros, pero la tarea es de tal dimensión que, para conseguir la aceptación social del tributo y la disminución de la tolerancia a la evasión y el contrabando, se deberá implementar una efectiva comunicación masiva y establecer redes y alianzas con otras instituciones del Estado relacionadas con las políticas fiscales y el control del gasto público.
El texto completo aparece en El Comercio en la siguiente dirección:
No hay comentarios:
Publicar un comentario